Destinos en Portugal: Castelo Branco
Castelo Branco es una antigua ciudad medieval portuguesa cercana a la frontera española.
Fuente de la imagen: Center of Portugal
En el centro de Portugal, y muy cerca de la frontera española, Castelo Branco es una ciudad que bien merece una visita. Dominada desde una colina por los restos de un castillo templario, posee una bella distribución urbana, con profusión de jardines y la tranquilidad como norma.
A lo largo de su historia, la localidad sufrió diversas invasiones, siendo la de las tropas napoleónicas, en el año 1807, la más devastadora. Por suerte, hoy en día, todavía conserva sus maravillosos barrios medievales.
Igual de agradable que la ciudad es su clima, de tipo mediterráneo. Goza de una temperatura media anual de 15 grados centígrados, que en verano sube a los 21, mientras que en invierno es de 10 grados.
Fuente de la imagen: Sobre Portugal
Qué ver en Castelo Branco
Que los Caballeros Templarios tuviesen una fortaleza en esta ciudad durante la Edad Media fue un hecho determinante para su desarrollo. Es por eso que la visita a las ruinas del castillo resulta muy especial. La fortaleza todavía conserva las murallas y una torre del antiguo Palacio de los Comendadores.
La ciudad posee una bonita Catedral, que fue edificada sobre la antigua Iglesia de San Miguel. También hay dos antiguas iglesias, la de la Misericórdia Velha, del siglo XVI, y el Convento y la Iglesia de Nossa Senhora da Graça, del siglo XVI. Obligatoria es la visita al maravilloso Jardín y al Palacio del Episcopado, que datan de finales del siglo XVI.
Paseando por los estrechos callejones del casco antiguo descubriremos varios interesantes portales del siglo XV, y disfrutaremos de las mejores panorámicas de la ciudad desde el Miradouro de Sao Gens, situado junto a las murallas del castillo.
Fuente de la imagen: Hotel Rainha D. Amélia - Arts & Leisure
Comer en Castelo Branco
Siguiendo la línea de la gastronomía tradicional portuguesa, la cocina local está integrada por platos tan típicos como las empanadas de ternera, el fígado de cebolada (hígado encebollado), la perdiz no forno (perdiz al horno), el cabrito recheado o assado, la sopa de matação, el laburdo o la fritada.
Los más golosones cuentan con las papas de Carolo, el arroz doce, las tijeladas, las broas de Mel o los biscoitos de azeite.
Fuente de la imagen: TRYP Colina do Castelo
Qué hacer en Castelo Branco
La tranquila ciudad de Castelo Branco cuenta con algunos productos gastronómicos que no sólo debemos probar, también adquirir para llevarlos de vuelta a casa. Hablamos del queso, la miel o el aceite de oliva que se elabora en esta zona.
Estos productos los podrás comprar en un mercadillo que tiene lugar todos los lunes en el Barrio do Cansado, lugar que también acoge la Feria Franca anual el día 30 de agosto. En este mercadillo también se puede adquirir buena artesanía local, como las típicas y pintorescas colchas, que se vienen confeccionando desde el siglo XVII. Los mismos motivos que realizan en los bordados están también representados en piedra en las llamadas “calzadas portuguesas”, que adornan las aceras de la ciudad.
Castelo Branco se halla junto al Parque Natural del Tajo, un paraje de gran belleza que se extiende entre España y Portugal, y que en el país luso lleva el nombre de Parque Natural do Tejo Internacional.