Lisboa, nostalgia y luz
Una de las escapadas cercanas más romántica y especial. Lisboa, la ciudad de las siete colinas famosa por su luz, sus cuestas y el fado siempre de fondo. Hoy te contamos las visitas imprescindibles para recorrer la ciudad en 24 horas. Lo mejor es callejear y perderse por sus barrios y callejuelas pero también hay puntos que no puedes dejar de ver.
Es la última ciudad romántica de Europa. A orillas del Atlántico, se levanta Lisboa, una ciudad que atrapa a todo el que la visita por su ambiente nostálgico y esa decadencia bohemia tan particular y maravillosa.
Ciudad de las siete colinas, sus miradores invitan a disfrutar de la panorámica de la ciudad desde la altura viendo el atardecer y por qué no, disfrutar de un fado para terminar el día. Hoy te proponemos las 5 visitas imprescindibles de esta ciudad para ver en 24 horas.
Castillo San Jorge
Es la gran fortificación de la ciudad y quizá por dentro no merece mucho la pena, pero sin duda hay que ir para disfrutar de la vistas desde el Castillo. Desde allí se disfruta de una de las panorámicas más famosas de la ciudad y más al atardecer. El Castillo tiene su origen en una alcazaba de los árabes y pasó a convertirse en Palacio Real tras ser reconquistados para los cristianos por el rey Alfonso I.
Barrio Alfama. Es el barrio del Castillo y uno de los más tradicionales de Lisboa, donde se respira la esencia de la ciudad. Sus calles parecen laberintos y en realidad casi lo son así que déjate llevar y piérdete por ellas, descubriendo bares, mercadillos (merece la pena el Feira da Labra) y tiendas sin prisa. Además aquí se puede ver el Panteón Nacional con su enorme cúpula.
Elevador de Santa Justa
Subir los 45 metros de altura del ascensor de Santa Justa es otra de las experiencias obligadas para cualquier turista.
Mirador de Santa Lucia. Se caracteriza por sus columnas de mármol repletas de buganvillas y sus azulejos azules. Santa Lucia posee el encanto de los pequeños sitios de Lisboa. Es sin duda uno de los lugares más especiales de la ciudad: una espectacular ventana de Lisboa, con las calles estrechas de Alfama y el Tajo al fondo . Sentarse en sus bancos de piedra para oir la música de los artistas callejeros es un placer para los sentidos. Para subir o bajar de Santa Lucia, utiliza el mítico tranvía 28.
Torre de Belem
Uno de los monumentos más emblemáticos de Lisboa, declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1983. Se encuentra situada en la desembocadura del río Tajo, a unos 20 minutos de distancia en tranvía del centro de la ciudad y es una oda a los descubridores de Portugal. Obra de Francisco de Arruda, es uno de los ejemplos más representativos de la arquitectura manuelina.
Monasterio de los Jerónimos
Muy cerca está el Monasterio de los Jerónimos, construido en el siglo XVI con un bonito claustro. Otro imprescindible de la ciudad. Antes de salir de la zona de Belém tienes que visitar la Única Fábrica de Pastéis de Belém, la cafetería que tiene el secreto de la receta del dulce típico de la ciudad. Sus colas dejan claro la maravilla dulce que se vende así. Siempre hay cientos de turistas dispuestos de probarlas y llevarse cajas enteras de pateis. Deliciosos.
Lisboa, una escapada cercana e imprescindible.