Lisboa, la portuguesa "Ciudad de la Luz"

Belén Valdehita
Belén Valdehita 09 Noviembre, 2020

Lisboa posee un gran encanto, tanto por su patrimonio histórico como por sus rincones llenos de romanticismo, sus peculiares tranvías, sus agradables terrazas, sus bulliciosos habitantes o sus inacabables puentes.

Panorámica de la ciudad de Lisboa, en Portugal
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No es extraño que se conozca a Lisboa como “La Ciudad de la Luz”, por su calidez y porque el sol brilla de una forma especial sobre esta localidad lusa. Por su proximidad, es uno de los destinos favoritos de los turistas españoles, que descubren en ella una ciudad cosmopolita y tradicional a la vez, y fácilmente reconocible por las siete colinas sobre las que asienta.

Ubicada junto a la desembocadura del río Tajo en el Océano Atlántico, es la villa más grande de Portugal, además ser su centro político, cultural y económico. La oferta de hoteles en Lisboa es realmente completa, facilitando nuestra estancia en esta bella población.

La capital portuguesa siempre es y será un estupendo destino al que sin duda desearemos regresar, porque siempre hay algo nuevo que ver. Los aficionados a la fotografía podrán obtener las mejores panorámicas de la villa lisboeta desde alguno de los más de 20 miradores que hay en la ciudad, y a los que se accede en funiculares.

Clásico tranvía en Lisboa
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Recorriendo Lisboa

La mejor forma de conocer Lisboa es recorriendo sus barrios, las empinadas calles del barrio antiguo o sus numerosas y peculiares plazas, donde no es raro que los vecinos saquen sus sillas a la calle para charlar o sencillamente para ver pasar la vida. Algunas de las plazas más concurridas son las del Comercio, la Plaza del Rossio o la Plaza del Marqués de Pombal.

Nuestra visita a Lisboa nos dejará un imborrable recuerdo de su patrimonio monumental, que incluye joyas como la Catedral de Santa María Mayor, más conocida como la Sé de Lisboa; la Torre de Belém, de origen defensiva y posteriormente faro de la ciudad; el Castillo de San Jorge, uno de los emblemas con más historia de la ciudad, o el Monasterio de los Jerónimos, donde se encuentra la tumba del descubridor portugués Vasco de Gama.

El recorrido también debe incluir el Monumento a los Descubrimientos, que conmemora el quinto centenario de la muerte de Henrique el Navegante, descubridor de Las Azores, Madeira y Cabo Verde; el Museo Nacional dos Coches y el Museo Nacional de Arqueología; el Oceanário de Lisboa, el segundo más grande de Europa, o los puentes de Vasco da Gama y el Puente 25 de abril.

Torre de Belem, en Lisboa
museudapoesia.com

El placer de comer en Lisboa

Posee Lisboa una gastronomía muy especial, a la que quizá los españoles no tengamos el paladar tan acostumbrado. Entre los platos más tradicionales se encuentran el caldo verde, que se prepara con col y patata; las migas del Alentejo; la sopa de nabicas, que incluye hojas de nabo; el cocido a la portuguesa o los guisos de judías blancas o pintas acompañados con matanza, más acordes estos últimos a nuestros gustos nacionales.

En la capital lusa también podremos disfrutar de las delicias que el mar ofrece. Pescados, mariscos y moluscos se preparan en calderetas y sopas, dando como resultado platos tan deliciosos como la cataplana de mariscos. Pero el producto estrella es, sin duda, el bacalao, que se prepara de infinitas maneras.

Los amantes del dulce no deben dejar de probar las piñonatas, los pasteles de Belém, los confites, que son unos exquisitos dulces de naranja, el arroz con leche o las peras al vino. ¡Bom apetite!

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