El pueblo fronterizo de Valença do Minho, en Portugal
Valença do Minho es el primer pueblo que nos encontramos al cruzar la frontera desde la villa gallega de Tuy a Portugal, y es un codiciado destino para los amantes de la naturaleza y los aficionados a las compras.
Su nombre completo es Valença do Minho, pero a este pueblo portugués se le conoce sencillamente como Valença. Se trata de la primera población que hay nada más cruzar la frontera a Portugal, desde España, a la altura del Distrito de Viana do Castelo. La población está ubicada sobre una loma junto a la orilla izquierda del río Miño, frente a la ciudad gallega de Tuy.
Situada en la región Norte y subregión del Minho-Lima, la localidad está dividida en 16 freguesias: Arão, Boivão, Cerdal, Cristelo Covo, Fontoura, Friestas, Gandra, Ganfei, Gondomil, Sanfins, São Julião, São Pedro da Torre, Silva, Taião, Valença y Verdoejo.
Desde el día 10 de febrero de 2012 forma una Eurociudad junto a la localidad de Tuy. Esta definición sirve para reafirmar la cooperación que ya existe desde hace años entre ambas ciudades, las cuales están separadas únicamente por dos puentes que atraviesan el río Miño.
Conociendo la villa de Valença
Antes de visitar esta ciudad portuguesa, conviene saber que está dividida en dos zonas: la zona más baja, donde se extienda la parte más moderna de la ciudad, y la zona alta, donde se sitúa el antiguo pueblo, y en la que se concentran todos los lugares de interés de esta villa portuguesa. Nos dirigimos al casco histórico y enseguida nos llamará la atención la imponente fortaleza amurallada. Fue construida en el siglo XVI, pero se mantiene en muy buen estado. La fortaleza se comunica mediante un puente con otra plaza fuerte que se encuentra ubicada en la zona nueva. Pero si hay un puente del que les guste presumir a los habitantes de Valença es del que les construyó Gustave Eiffel en el año 1884.
Otro lugares destacados son el Monte do Faro, al que se llega por una carretera que asciende entre pinares hasta alcanzar una altura de 565 metros sobre el mar, y desde donde disfrutaremos de unas vistas impresionantes; el Convento de Ganfei y la Iglesia de Santa María de los Ángeles.
Y el omnipresente río Minho ofrece grandes posibilidades para los amantes de la naturaleza, que podrán realizar bonitas excursiones, sobre todo al este de la localidad, donde el río resulta más espectacular.
Comer bacalao y salir de compras
Hay dos planes casi obligatorios en Valença. Uno es disfrutar de su oferta gastronómica, especialmente de la recetas elaboradas con bacalao, el producto estrella en la cocina portuguesa. Uno de los mejores lugares para degustarlo es en la Pousada de São Teotóni, en la calle Baluarte del Socorro.
Este hotel situado en el casco histórico de la villa cuenta con un estupendo restaurante especializado en cocina portuguesa, además de gozar de unas magníficas vistas panorámicas del río Miño y de la vecina ciudad de Tuy.
El otro plan es ir de compras por Valença. Y es que esta población portuguesa cuenta con una gran variedad de comercios. No es extraño que los turistas españoles crucen la frontera a diario para adquirir, a muy buen precio, sábanas, toallas, edredones, alfombras, ropa, mobiliario, joyas o antigüedades. Y no olvides llevarte de vuelta a casa unos Borrachinhos de Valença, sobre todo los de chocolate, que te harán la vida más dulce.